En un mundo diseñado principalmente para hombres y cargado de estereotipos, la princesa Leia Organa fue un referente distinto para los niños y jóvenes de los años 80.

La heroicidad solía ser un atributo masculino pero la Saga de Star Wars nos entregó una heroína, y que heroína!!

La princesa de Alderaan rompió con los paradigmas establecidos. No era una princesa más que debía ser rescatada sino todo lo contrario, ella era una princesa luchadora que tomó partido por la Alianza Rebelde combatiendo al imperio. Era valiente, capaz de empuñar las armas para enfrentar al enemigo, con una fuerte personalidad, gran carácter, rebelde e independiente.

Como lo fue la personalidad de quien la encarnó y la convirtió en un icono de la cultura popular: Carrie Fisher.

Carrie llevaba el arte en la sangre. Hija del cantante Eddie Fisher y de la actriz Debbie Reynolds, debuto a los 19 años en el celuloide en un pequeño papel interpretando a una adolescente precoz que seduce a Warren Beatty en “Shampoo”, película estelarizada por este último y Julie Christie en 1975. Pero no fue hasta 2 años después que encontraría la fama en el papel de la Princesa Leia Organa, personaje protagónico de la película “la Guerra de las Galaxias”; rol que repetiría en “El Imperio contraataca” en 1980, “El retorno del Jedi” en 1983 y, 32 años más tarde, en “El Despertar de la Fuerza” en 2015.

Irónicamente, Leia Organa, amada por todos los fanáticos de la saga fue, en sus propias palabras, el personaje que le dio y quitó todo, pues supuso su encasillamiento como actriz. Nunca tendría otro papel protagónico como ese, aunque tendría otras apariciones en interesantes y recordadas películas como “Los Hermanos caradura” en 1980, “Hannah y sus hermanas” en 1986 o “Cuando Harry encontró a Sally en 1989.

Carrie se encontró con una popularidad inmensa tras su aparición en “La Guerra de las Galaxias”, pero cayó presa de la dependencia del alcohol y las drogas, problema con el que tuvo que luchar por años, junto con el del transtorno bipolar que se le diagnosticó luego.

En lugar de ocultarlo como suelen hacerlo muchos artistas, ella hablaba abiertamente de sus problemas. "Soy Carrie Fisher y soy alcohólica" era la frase de presentación en su monólogo teatral “Wishful Drinking” sobre su biografía.

Pero si nuevos éxitos en la actuación le fueron esquivos, fue la escritura la que le abrió nuevas puertas. 

Así en 1987 publicó “Postales desde el filo”, una novela con tinte autobiográfico en la que hablaba de una actriz que trata de rehacer su vida después de estar a punto de morir una noche por una sobredosis de drogas. El libro fue llevado al cine en 1990, con guion de la propia Fisher y protagonizado por Shirley MacLaine y Meryl Streep (curiosamente, actriz con la que compitió para obtener el papel de la Princesa Leia y que en la película representa a quien sería Carrie Fisher).

Carrie siguió escribiendo y publicó otras novelas como “Surrender the Pink” y “Delusions of Grandma”. Además, como guionista, en el 2001 se llevó a la pantalla otra obra suya con el telefilme “These Old Broads”, protagonizado por su madre Debbie Reynolds, Elizabeth Taylor (la causante de la separación entre los padres de Carrie), Shirley MacLaine y Joan Collins. Su último libro, “The Princess Diarist”, publicado este año repasaba las anécdotas detrás de las cámaras del rodaje de la primera de las películas de la saga de Star Wars.

Carrie, como su personaje en la saga, también peleó buenas causas y se dedicó a ayudar a personas con problemas de salud. A través de su página web se podía acceder a una fuente confidencial y anónima de información para personas que buscan instalaciones de tratamiento en los Estados Unidos para problemas de abuso de sustancias y / o problemas de salud mental.

Lamentablemente el 23 de diciembre de 2016, mientras se encontraba en un vuelo de Londres a Los Ángeles promocionando su último libro, esta luchadora mujer sufrió un infarto masivo del que no se recuperaría, falleciendo el día de ayer.

Carrie Fisher ha dejado este mundo físicamente, pero su recuerdo y el de la Princesa Leia Organa quedaran por siempre en el imaginario colectivo de toda una generación que creció con la espectacular saga galáctica como representación futurista de la imperecedera lucha entre el bien y el mal.

¡¡ADIOS CARRIE!!, ¡¡HASTA SIEMPRE PRINCESA LEIA!! 

¡¡LA FUERZA ESTA AHORA CONTIGO!!