Era un concierto imperdible. Por lo que “The Rollings Stones” significan en la historia del Rock mundial. La banda británica de rock originaria de Londres, fundada en abril de 1962 por Brian Jones, Mick Jagger, Keith Richards, Bill Wyman, Ian Stewart y Charlie Watts, es por muchos considerada una de las dos bandas de Rock más importantes de la historia (la otra es “The Beatles”) y la única aun en actividad.

La expectativa era inmensa, el Perú había esperado largos años para verlos, pero camino al Estadio Monumental me preguntaba si tendríamos que resignarnos a ver, como en otras oportunidades, a una banda en el ocaso de su carrera. Al final de cuentas, después de 54 años tocando uno podría pensar que veríamos a músicos ya cansados y sin la energía de épocas pasadas.

Grande fue mi sorpresa y alegría cuando a las 9:00 pm empezamos a escuchar los primeros acordes de “Start Me Up”. El público asistente estalló de euforia. “Sus Majestades satánicas” mostraban el sonido que ha constituido su sello característico y nos demostraban que seguían vigentes.

Y es que casi podría pensarse que Charlie Watts, Ron Wood, Keith Richards y sobre todo Mick Jagger deben haber hecho un pacto con el Diablo, pues no encuentro manera de explicar la vitalidad derrochada en el escenario. Mick parecía seguir siendo ese chico rebelde que irrumpió en el firmamento musical, allá por los lejanos años sesenta y corría por la pasarela del escenario haciéndonos sus ya conocidos “Jagger´s Movements”.

Durante las aproximadamente dos horas y media que duró el concierto, los “Stones” nos deleitaron con varias de las canciones de su inmenso repertorio. A “Start Me Up” le siguieron “It´s Only Rock N¨Roll", “Tumbling Dice”, “Out of Control” y “Like a Rolling Stones” (tema elegido para ser tocado en el concierto gracias a una votación hecha por el público peruano a través de internet) y Mick se ganaba al respetable con frases como “¡que “paja” es estar en Lima!”, “¡La comida aquí es “mostra”!” y bromeando sobre la desaparición de la mascota de su hija, un “Cuyo” (en pícara alusión a su condición de alimento por nuestros lares).

Luego siguieron “Angie” y “Paint it Black”, antes que agarrara la posta Keith Richards para entregarnos junto con Ronnie Wood “You Got the Silver” y “Before They Make Run”, con ese espíritu “blusero” tan característico del primero.

Despues, vinieron a nuestros oídos “Gimme Shelter”, “Miss You”, “Jumping Jack Flash”, “Sympathy For The Devil”, “Brown Sugar”, “You Can’t Always Get What You Want” (sorprendiéndonos con un coro lírico de talentos nacionales) y cerraron la noche con “(I can’t Get No) Satisfaction”, seguida de fuegos artificiales que iluminaron la noche en el coloso de Ate.

Quedaron pendientes otros temas como “She's So Cold”, “Emotional Rescue”, “Hang Fire”, “Waiting on a Friend” y “Going to a Go-Go” por citar solo algunos de sus tantos éxitos; pero para escucharlos todos hubiésemos tenido que pasarnos largas horas. Sin embargo, no podría decir que “no conseguí satisfacción”. La tuvimos todos y mucha en esa inolvidable noche. Los Rolling Stones, una de las bandas más exitosas e influyentes de la historia estuvieron en Lima y su magia juntó a por lo menos tres generaciones en un solo espíritu: el espíritu del Rock N’ Roll.